viernes, 22 de mayo de 2015

Maíz transgénico problemas de salud y la biodiversidad.

Planeación estratégica

El maíz es el cereal de los pueblos y culturas del continente americano. Las más antiguas civilizaciones de América –desde los olmecas y teotihuacanos en Mesoamérica, hasta los incas y quechuas en la región andina de Sudamérica– estuvieron acompañadas en su desarrollo por esta planta. Esta asociación entre cultura y agricultura del maíz ha motivado a científicos y humanistas a preguntarse: ¿cuál es el origen de este cereal? ¿cómo fue su evolución, una vez que los diferentes grupos humanos lo adoptaron y cultivaron para su provecho? Estas preguntas los han llevado a explorar el pasado y en la actualidad, junto con el desarrollo científico y tecnológico, han podido descifrar varios de los enigmas que rodean la domesticación de este cultivo. Aunque no se han resuelto por completo todos los detalles que permitan explicar su origen y domesticación, los científicos llegaron a un consenso: el ancestro directo del maíz es el teocintle. Sin embargo, durante más de 70 años, antes de llegar a esa conclusión se generó un riquísimo debate que contribuyó al avance del conocimiento en muchas áreas del quehacer científico. Tan es así que algunos de los más grandes científicos del siglo XX han sido estudiosos del maíz, de su origen y su diversificación. Por ejemplo, en 1983 la investigadora estadounidense Bárbara McClintock recibió el Premio Nobel en Fisiología por el descubrimiento de los elementos genéticos móviles1 en los cromosomas del maíz.
Esta situación pone en riesgo esas valiosas semillas porque los estudios e investigaciones realizados durante años, desde diversas disciplinas científicas y humanísticas, comprueban que el papel del campesino es importantísimo para la conservación y diversificación del maíz.

Priorización de la problemática

Nadie garantiza que el consumo de alimentos transgénicos sea seguro para la salud de los consumidores en el mediano y largo plazos. Por el contrario, diversos estudios de laboratorio muestran claramente que el consumo de transgénicos presenta serios riesgos para la salud humana:
• La alteración o inestabilidad de los genes puede llevar a la producción de nuevas toxinas.
• La nueva proteína producida por el gen externo puede provocar alergias.
• Nuevos estudios sugieren que el consumo de transgé-nicos puede alterar la fertilidad de los consumidores.
En el caso de México, cuna del maíz, los transgénicos pueden producir impactos inesperados e irreversibles en el ambiente, tales como la contaminación genética de especies nativas o silvestres. De hecho, ya se han presentado diversos casos de contaminación debido a la siembra ilegal, deliberada o accidental de maíces transgénicos.
Además, la siembra de plantas transgénicas implica un uso intensivo de agroquímicos y un modelo estricto de monocultivo que afecta la fertilidad de los suelos y reduce de manera irreversible la biodiversidad.
Cada año, México importa de Estados Unidos más de 10 millones de toneladas de maíz, contaminado con transgénicos, debido a que los cultivos convencionales fueron desapareciendo en este país, en gran medida, como consecuencia de la contaminación genética. Las autoridades mexicanas no hacen ningún tipo de monitoreo ni tienen control sobre estos maíces transgénicos, por lo cual, además de que se puede desviar para siembra y contaminar nuestros maíces nativos, también es posible encontrarlos en muchos de los alimentos industrializados que se venden en nuestro país.
En el año 2009, el gobierno mexicano autorizó las primeras siembras experimentales de maíz transgénico. Actualmente ha otorgado 161 permisos a las empresas de transgénicos, situación que pone en riesgo de contaminación nuestros maíces nativos, amenaza a campesinos y a consumidores, comprometiendo nuestra soberanía alimentaria.
Además de maíz transgénico, en México se están sembrando cientos de hectáreas de algodón que han contaminado al algodón silvestre y miles de hectáreas de soya transgénica provocando la contaminación de miel con polen transgénico. No necesitamos más evidencias del riesgo que correrá nuestro maíz con la siembra de maíz transgénico.
Al dar estos permisos, las autoridades están ignorando el principio precautorio, que obliga a detener la comercialización de productos potencialmente nocivos, hasta que se haya demostrado plenamente su inocuidad, es decir, que no causan algún daño.

Estrategias
El verdadero reto  es de los agricultores de tomar decisiones en vincular a los consumidores y a los agricultores, que producen desde hace siglos de manera sustentable, a través de canales de distribución eficientes y justos. En esta perspectiva, la siembra comercial de maíz transgénico representa la amenaza más grave para nuestro campo, dado que los organismos transgénicos son totalmente incompatibles con la agricultura mexicana, porque requieren un alto uso de químicos, parcelas gigantes, monocultivo, producción industrial, imposibilidad de intercambiar, guardar o vender semillas por los propios agricultores, y es imposible su coexistencia con nuestra gran diversidad de semillas.
  
Propuestas
Cada vez que adquirimos nuestros alimentos podemos incidir en el sistema económico para alcanzar una mayor sustentabilidad, sin afectar nuestra economía:
Elige los productos orgánicos y de comercio justo
Los productos orgánicos respetan el ambiente en su proceso de elaboración y son más sanos y seguros que los procesados de manera industrial. La certificación y denominación de orgánicos reconocida internacionalmente prohíbe la utilización de transgénicos -o derivados de éstos- en los productos de la agricultura y la ganadería. Los productos de comercio justo permiten, además, combinar el cuidado del ambiente con un verdadero empoderamiento de las comunidades campesinas a través de la repartición equitativa de las ganancias y de la toma de decisiones. Prefiere los tianguis, descarta los supermercados En la actualidad, podemos encontrar en el tianguis una gran cantidad de productos locales y frescos vendidos directamente por los productores. Además, el tianguis es un espacio público que no está controlado por transnacionales, como ocurre con los supermercados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario